Oh no, la famosa sonrisa chueca se fue a su casa.
Luego de un martes de desfrenillación extraño a la pequeña parrillita que me acompañó casi dos años. Pero bueno, la sonrisa cambia. Pero igual me río.
& ahora puedo comer choclo como la gente.
*el dato del día. en color clarito si la modernidá de blog me lo permite.
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