De fondo se escuchaba jazz, en vivo.
Era un escenario típico & una banda cualquiera, de esos sujetos con talento pero que no se venden ni encuentran un cazador-de-talento que los haga famosos.
Pero nada les quitaba la sonrisa del rostro, así pasa con las pasiones.
& él... él se parecía a muchas personas, era un sujeto como antiguo pero no pasaba los treinta años. Gorro a lo gangster, abrigo hasta el suelo, zapatos de vestir. Con los dedos de la mano derecha marcaba el ritmo de la música sobre la mesa. Con la otra sostenía un vaso con whisky. Los ojos casi a través del gorro se enfocaron en los dedos del pianista.
& ahí fue cuando sonó la puerta del local, así como con campanas, él estaba sentado cerca, de lo contrario no hubiera escuchado nada. & entraron 3 sujetos, cualquiera sabría que había que dejarlos en paz. Pero no él en su estado. Los observó, tanto así que ellos no pudieron evitar darse cuenta. Su mirada los asustó, el tipo algo sabía o no los miraría de esa forma.
El tema terminó, la gente se ponía de pie para aplaudir, los hombres tan poco inteligentes se desconcertaron & perdieron de vista al tipo. Una vez que todo se ordenó, miraron & no estaba, tampoco el vaso.
La música siguió, entonces miraron al escenario & ahí estaba el desaparecido, en el piano. De reojo vió a estos mafiosos extraños que iban hacia él, con toda la intención en el rostro de matonaje. Sacaron sus armas, él tocaba. La gente miraba pero no con preocupación, mas bien por admiración hacia el gran & repentino pianista.
Entonces abrió los ojos, miró al lado & efectivamente ahí estaban sus tres compañeros. Sin dudarlo sacó su revolver & les disparo, un balazo a cada uno.
Luego fue hasta la radio, subió el volumen & silbando fue hasta su asiento en la habitación compartida a terminar su vaso de whisky. Ya habría tiempo para pensar en explicaciones o tendría que someterse a la misma suerte. Ahora sólo importaba la canción.
jueves, 5 de febrero de 2009
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